La disolución de la URSS a finales de 1991 es considerada como el final de la Guerra Fría. Un conflicto, (si se puede denominar así, pues no existió ninguna confrontación bélica oficial entre los contrincantes) que se caracterizó por una carrera armamentística entre dos de los países vencedores de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Éstos eran Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, los dos países más poderosos de las fuerzas aliadas. Dos estados, que a pesar de estar aliados contra la Alemania Nazi de Adolf Hitler, eran totalmente antagonistas tanto en su sistema político como económico.
Es por ello que tras el fin de la guerra las diferencias entre ambos bandos se acentuaron bastante, algo que se tornaba inevitable, pues el enemigo común había ya desaparecido y las fricciones entre ambos países o bloques (Francia y Reino Unido se pueden considerar parte del bloque Occidental liderado por USA) eran cada vez mayores. Entre los primeros puntos de fricción se encuentran la delimitación de las fronteras de la nueva Alemania, la división en sectores de Berlín (lo que hacía de esta ciudad un lugar caótico e inhabitable), y por otro lado la definición de Alemania como país así como su alineamiento con uno u otro bloque, diferencia que a la postre se tornaría irreconciliable y que resultaría en la división del país teutón en dos estados tan diferentes como sus "padrinos". Uno democrático multipartidista y capitalista, la República Federal de Alemania (DBR sus siglas en alemán) y otro, también "democrático" unipartidista (lo escribo entre comillas, pues aunque nominalmente es una democracia, en mi concepto personal de democracia no concibo a ésta sin una amalgama diversa de partidos que represente diferentes tendencias ideológicas) y comunista liderado por el Partido Socialista Unificado de Alemania (SED), la República Democrática de Alemania (DDR siglas en alemán).
Estos acontecimientos pueden ser considerados como el detonante que dio lugar al distanciamiento definitivo que daría lugar a este conflicto. Un ejemplo gráfico de esto es la conferencia de Potsdam en el verano de 1945, en la que ya se puede ver a Iosif Stalin (URSS) y al nuevo presidente Harry S. Truman (USA) bastante distantes en lo político y en lo afectivo.
Así bien, tras varias décadas de altibajos en las relaciones entre ambos países, con la llegada al poder de la Unión Soviética de Mijaíl Gorbachov hacia mediados de los años 80, y aunque Ronald Reagan reactivó el temor a un ataque ruso, las relaciones entre USA y la URSS se normalizaron. Pudiéndose dejar de considerarse mutuamente como enemigos.
La previamente mencionada llegada de Gorbachov al poder en 1985, tras el paso de dos dirigentes distintos y que dejaron el poder prematuramente por fallecimiento como Yuri Andrópov y Konstantin Chernenko entre 1982 y 1985, dio lugar a la entrada de una nueva generación de políticos soviéticos.
Bastante más joven que sus predecesores, Gorbachov era plenamente consciente de los problemas de índole social y económica que acaecían sobre la población de la URSS. Por lo que puso en marcha políticas renovadoras para conseguir la regeneración del régimen comunista. Entre ellas se encuentran la "Uskoréniye" o aceleración, que trataba de modernizar la industria, la "Glásnost", un intento de impulsar la libertad de prensa y de dar a los ciudadanos una mayor libertad de expresión. Y por último la más conocida de todas estas políticas reformistas la "Perestroika", una política liberalizadora de la economía, que sin embargo chocaba frontalmente con la política de control estatal de los precios y de la economía en general.
Una tras otra, cada una de estas políticas fue fracasando, dando lugar a resultados imprevistos y contrarios a las intenciones de los dirigentes comunistas cuando las pusieron en marcha. Por ejemplo, la libertad de prensa abrió la veda a los medios para mostrar las deficiencias de su país en asuntos de vivienda, el desabastacimiento en los mercados de muchos productos y diferentes problemas de índole social que la censura de los años anteriores había conseguido ocultar. Otro de los problemas derivados de esta política liberalizadora, y que tenía más consecuencias para la integridad territorial de la URSS, era el auge de los nacionalismos en aquellas repúblicas de la unión que se sentían más maltratatadas y reprimidas, como era el caso de Lituania, Estonia y Letonia. Por otro lado, la aplicación de la "Perestroika", y su política liberalizadora de precios, llevaron a una crisis de desabastecimiento sin precedentes, pues los precios de los productos estaban controlados por el estado y las empresas privadas, y también públicas, ahora que estaba la economía en proceso de liberalización, no podían asumir vender productos en pérdidas.
Enmedio esta situación apareció en escena Boris Yeltsin, un integrante del Partido Comunista de la Unión Soviética, con un discurso más fresco que el de Mijaíl Gorbachov y a la vez más populista. Fue bastante incisivo y crítico con el gobierno de éste haciéndole, en muchas de sus intervenciones, quedar en evidencia delante los represantes del partido.
Ante este linchamiento público al que estaba expuesto, el máximo dirigente de la URSS, decidió dar un cambio radical a su gobierno, nombrando para las principales carteras del gobierno soviético, a reconocidos integrantes del núcleo duro del partido. Todo este movimiento político no tardaría en explotarle en las manos a Gorbachov. Pues en agosto de 1991, sufriría un intento de golpe de estado por parte de los ministros que él mismo había nombrado. Éstos, con el beneplácito del ejército trazaron un plan en el que el presidente de la URSS, mientras se encontrara de vacaciones en Crimea junto a su familia, sería secuestrado junto con su familia en su misma casa.
Ya realizado el golpe, las cosas empezaron a ir mal, cuando Boris Yeltsin, que se proclamó meses antes primer presidente electo de la República Socialista de Rusia , provisto de un gran valor, saldría a la calle, y delante de los tanques, pronunciaría un discurso que supondría su catapulta final al estrellato mediático, y le provocaría a la postre una herida mortal a la URSS de la que ya no se recuperaría.
Tras la liberación de Gorbachov, ya nada le quedaba a éste y al Partido Comunista de la URSS de crédito político. Así mismo, tras la creación de una nueva unión económica entre las repúblicas, la Comunidad de Estados Independientes (CEI en español), en paralelo a URSS, supuso la puntilla definitiva a esta unión multiestatal comunista.
Finalmente el 25 de Diciembre de 1991 se disolvería oficialmente, tras un breve discurso de despedida del
que fuera su último presidente, Mijail Gorbachov, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas que Lenin había iniciado 74 años antes.
Aquí les dejo con el documental, y espero que les guste.
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